DRAGONS DOGMA 2 ES REAL COMO LA VIDA MISMA

    La fantasía medieval está llena de propuestas, muchas de ellas centradas en la acción, otros en la rama más conversacional, turnos, clases, decisiones etc. Hoy en este post me apetece hablar de lo que he estado jugando las últimas tres semanas y que ha sido como no, ese Dragons Dogma 2 de Capcom que tan maravilloso es como esa primera entrega de 2012 y que tanto está dando de hablar como una de las apuestas más grandes de este 2024 y que para mi es mi GOTY personal hasta el momento.



    Recuperemos esa primera entrega que he mencionado en el anterior párrafo, Dragons Dogma, que tuve la oportunidad de jugarlo hace dos añitos, me regaló una experiencia muy enfocada en la acción prácticamente arcade donde su sistema de vocaciones lo es todo presentado diversas y variadas formas de jugar al mismo juego, aquí es fácil cambiar de vocación, simplemente yendo a un gremio podemos cambiar de clase en cualquier momento, teniendo luchadores, arqueros, ladrones, magos, etc. Lo bueno que tenía es que las clases nunca eran permanentes y el propio juego te hacía énfasis en la variación de las mismas; simplemente jugando se podía subir de nivel todas y cada una de las clases. 

    Tampoco debemos olvidar como se incluyeron esos combates contra criaturas gigantescas como ogros, cíclopes, quimeras o grifos, en los que Itsuno y su equipo mostraban una clara inspiración por Shadow Of The Colossus y esa "escalada" de titanes y como atacar sus puntos débiles. Por su puesto una de las grandes implementaciones fue su sistema de Peones controlados por la IA y que eran capaces de enriquecer el combate y la exploración con nuevas posibilidades de equipo en las que podíamos cambiarlos de vocación y darles órdenes con un simple sistema de comandos. Lo más grande que consiguió Dragons Dogma fue crear un mundo interesante de explorar en el que la narrativa principal pasaba a segundo plano, e insistía en que nos preparásemos para la exploración sin rumbo en la que es fácil dejarse llevar ante un cueva inexplorada, un bosque con una misteriosa cabaña a lo lejos o una fortaleza destruida en lo alto de una colina.



    Todo ello que expuesto en los anteriores párrafos forma parte de la secuela, una secuela que bebe mucho de ese primer juego, pero que también de contemporáneos como ese Breath Of The Wild o Elden Ring para la construcción de un mundo vivo y orgánico. En Dragons Dogma 2, el sistema de peones se refina, son mucho más útiles que antes, obedecen siempre a nuestras órdenes, son capaces de guiarnos a misiones o zonas si poseen de dichos conocimientos, pueden aprender élfico y servirnos de traductores, pueden guiarnos hasta cofres que ni siquiera hemos visto o incluso los más rudimentarios podrían agarrar en peso a un peón y lanzarlo hasta un cofre al que nos es imposible llegar. Los peones luchan a nuestro lado, nos curan, realizan críticos, nos cogen en peso si nos caemos al intentar subir a un sitio imposible y nos sirven de acérrimos aliados que iremos cambiando en función de nuestras necesidades en la partida.

    En lo técnico hay novedades importantes, se utiliza el motor de Capcom, RE Engine que luce de maravilla, con unos bosques que a contraluz se pren preciosos y llenos de vida, unas animaciones geniales y una fisicalidad pocas veces vista que dotan de mucha vida sobre todo a los enemigos, cuando se desequilibran se adaptan al terreno, al caerse igual, los ogros saltan sobre las laderas para coger impulso. Podemos reventar presas con piedras dando lugar a la fuerza de los ríos y por supuesto coger en peso a un trasgo y lanzarlo al vacío. Una pena su framerate tan pobre, sobre todo es las ciudades que se vuelve muy inestable, esos 30 frames en espacios abiertos ni se notan pero es en esos espacios más cerrados y detallados donde sufre mucho el juego.



    Respecto a su combate, este se encuentra muy mejorado siendo más rápido, ágil y efectista, las clases tienen novedades como las del lancero místico, adalid o arquero mágico (está rota), en las que podemos equiparnos con cuatro habilidades que nos ayudarán a llevar al límite nuestra vocación. Los enemigos gigantes están, los combates contra enemigos más pequeños también y si tuviera que decir algo negativo de este apartado sería que el juego goza de poca variedad de enemigos pues siempre en los bosques y caminos te asaltaran duendes, lobos y trasgos. El cíclope y el ogro son los regulares en cuanto a enemigos gigantes y si que es cierto que su aparición es demasiado elevada, fatigando en ocasiones con demasiados encuentros con enemigos; aún así hay espacio para la sorpresa con unos encuentros como por ejemplo el de la Esfinge que desborda genialidad. Eso sí, por la noche la historia cambia, el ocaso ya avisa al jugador de que la nocturnidad será peligrosa, pues de no ser por unas lámparas de aceite, nos acompañaría una negra noche en la que solo vemos lo que tenemos delante, lanzándose contra nosotros decenas de esqueletos, zombies u otras criaturas del crepúsculo.

    Tanto el sistema de peones como el combate son notables, ¿pero que es sobresaliente en este juego? Fácil, su vivo mundo y lo real del mismo. Dragons Dogma 2 es como la vida misma; si quedamos con alguien para tomar un café a las 18:00 y esa persona jamás aparece lo más normal es que después de esperar un rato sin ver respuesta alguna de la otra persona nos vayamos a nuestra casa tristes. Pues en DD2 ocurre lo mismo, existen misiones que dependen del tiempo, los personajes viven en un mundo realista en el que tienen sus vidas, sus oficios y sus obligaciones, no van a esperarte toda la vida hasta que aparezcas. Por supuesto si nos piden que encontremos a un niño que se ha perdido del bosque y pasamos del mismo olímpicamente o tras un días no lo encontramos porque no hemos las preguntas necesarias o no hemos buscado en la zona correcta el niño será alimento de los lobos. Por ello es fascinante este mundo, porque si visitamos el reino de los elfos y no llevamos a un traductor en el equipo no entenderemos a nadie y seleccionaremos las opciones de diálogo al voleo. 



    Itsuno y su equipo han querido ofrecer una experiencia muy pura en la nisiquiera hay caballo para movernos, pero es que tampoco hace falta, el juego incita desde el primer momento a buscar, explorar, conseguir mejor equipo y objetos que faciliten la exploración, que los hay y a montones. Su sistema de cuevas interconectadas es fascinante, es capaz de llegar a zonas que jamás habríamos imaginado; es un juego que tiene muy en cuenta su orografía, el terreno, los relieves y las rutas. En ese sentido me ha recordado mucho a Death Stranding y su preparación de misiones; si sabemos que tenemos que ir de un punto A a un punto B nos equiparemos con comida, pociones que curen todo tipo de aflicciones y por supuesto kits de campamentos para descansar por la noche y recuperar energía, porque efectivamente te cansas, y tu barra de vitalidad se reduce cuanto más tiempo pasa y más daño recibas. 

    Su historia es anodina y es interesante que desde el menú de misiones no se especifique que es lo principal y lo secundario, aunque el hilo conductor es bastante simple y fácil de identificar. Me encanta como el juego se ve a sí mismo como casi una reinterpretación de la primera entrega, regalando unos compases finales en los que se esclarece ese "2" del título con un Post Game que no debéis dejar pasar, porque hace que el mundo cambie y se pueda llegar a zonas previamente inaccesibles, llenas de enemigos completamente nuevos y que aportan detalles novedosos al Lore de Dragons Dogma 2. 

    Con esto me despido, ha sido una experiencia increíble, estoy con el New Game Plus para terminar alguna cosilla pendiente y para mí ya se ha convertido en uno de mis juegos de la generación actual de consolas. Nos vemos más pronto que tarde, muchas gracias por leerlo. 

Comentarios

Entradas populares