Cosa de dos.
La colaboración forma parte de la vida, el ayudarnos los unos a los otros, parece esto un pasaje bíblico o el típico discurso religioso ético o moralmente aceptado por la sociedad. Lo cierto es que aunque es una visión utópica de la realidad me gusta y me hace sentir bien pensar que es una afirmación correcta y la que me enorgullece creer. Se que para muchos la soledad es su modus operandi, una forma predilecta de vida que incluso yo mismo compartí y aún sigo compartiendo a veces ya que lo cierto es que reflexiono mucho acerca de ello, pues en algunos días en los que me siento bien o mal, es indiferente, siento la necesidad de estar solo, pero hasta cierto límite, ya que es un arma de doble filo realmente peligrosa que puede llegar a consumirte. Me gusta disfrutar de la soledad pero disfruto aún más de la buena compañía y del trabajo en equipo, por eso quería dedicarle unas palabras a lo que he sentido jugando a una de las mejores experiencias que he podido tener en este mundillo de los videojuegos como es It Takes Two.
La magia de It Takes Two reside en su originalidad, el como reinventa la rueda una y otra y otra vez, las mecánicas son básicas, un salto doble, un botón para agacharse y otro para la esquiva. Un L1 para activar un gancho esencial en secciones de plataformeo y los más importantes, unos gatillos que cambiarán a lo largo de toda la aventura con un sinfín de innovadores mecánicas, pues si tuviese que definir este juego en dos palabras sería algo como "pura mecánica". It Takes Two puede llevarnos de la mano a experimentar una sección de plataformas en las que nuestros personajes tendrán unos clavos y un martillo para su movilidad, una sección de "atracción" en la que llevaremos unos imanes, o una sección de combate en la que el juego tirará todo por la borda y se convertirá en un "Diablo" al uso con mecánicas de magia y habilidades definitivas cargadas por barras de energía.
No quiero hablar mucho de las sorpresas del juego porque es sensacional, es una continua sorpresa tras sorpresa, desde clones y conducir arañas hasta referencias a Tekken, un rebosante sin fin de ideas. Otro de los puntos distintivos de este juego es su exploración por los escenarios, es muy orgánica y natural. Nos encantará investigar cada rincón y trastear con los elementos interactivos que hay en cada caso, no por tener o conseguir un trofeo sino por la curiosidad que todo ello despierta en nosotros. Existen referencias no solo a anteriores juegos del estudio como A Way Out sino a también a Mario Kart con su pista arcoíris. Estos easter eggs se combinan con una serie de minijuegos que, una vez descubiertos, tendremos disponibles en el menú principal. Lo curioso de estos minijuegos es que abandonamos el aura cooperativa del título para sustituirla por un carácter competitivo en el que jugaremos a ajedrez, tira y afloja, carreras por hielo y muchos otros.
It Takes Two es un videojuego en estado puro, una retahíla mecánica equilibrada y sorprendente en todo momento que no deja de aportar nuevos escenarios pintones, enemigos, aliados, poderes diversos para Cody y May y una historia que trata temas para nada recurrentes en la industria del videojuego. Sin duda para mi, y agradezco equivocarme, el mejor juego que probé del año 2021. Obra imprescindible para todo el que quiera disfrutar de la experiencia cooperativa y que sin duda dejará huella en todo aquel que lo juegue. Muchas gracias por leerme y ojalá le deis una oportunidad!
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