Good Omens, he aquí mi regalo.
Ya estoy aquí otra vez, cumpliendo un año desde que esta especie de portal cobrase vida para transmitir lo que siento sobre las cosas que me gustan. Este blog nació un 14 de febrero, una fecha señala por ser San Valentín, momento en el que absorbí toda la confianza que me regalaron para crear esto y mostrar mi visión de las cosas a el mundo con un primer post sobre el primer Red Dead Redemption. En este día tan marcado, de aniversario para mi blog, voy a dedicárselo a la persona que me ha acompañado hasta aquí, hasta hoy, hasta este preciso instante en el que estoy escribiendo esto y le voy a regalar lo que me transmite y lo que puede llegar a significar para mi una serie como Good Omens.
Good Omens se trata de una serie que cuenta con una única temporada de momento, a espera a que Amazon, quien la produce, decida mostrarnos un adelanto de la anunciada segunda temporada. La serie se configura como una adaptación televisiva basada en la novela fantástica de "Buenos Presagios" de Terry Pratchett y Neil Gaiman en la que vemos como el Juicio Final y el Apocalipsis se unen para destruir la humanidad. Una premisa rocanvolesca que para nada pretende tener unas implicaciones duramente dramáticas, serias, o incluso terroríficas; Good Omens pretende transformar una temática bíblica que en un principio nos podría parecer típica, en una divertida sucesión de eventos y personajes que termina desembocando en un tema esencial que es el amor por el mundo.
Cuando la descubrí por primera vez fue a raíz de mi pareja y realmente lo único que me llamaba la atención de la misma era la participación de David Tennant, y realmente después de verla no puedo quedarme únicamente con él, la brillantez de la serie se da en la relación que presentan el demonio Crowley interpretado por David Tennant y el ángel Aziraphale encarnado por Michael Sheen. La brillantez de la serie se encuentra aquí, el bromance de estos personajes, en su relación, su dualidad, sus cualidades y defectos pero sin ningún tipo de duda lo que más cala en nosotros es su amor por el mundo. Good Omens nos enseña como debajo de toda esa capa de conflicto, guerras y un sinfín de cosas que enmarcan el mundo como algo sucio y deplorable existe una fina y frágil capa que no muchas veces vemos pero que esta ahí e incluso dos seres sobrenaturales como Crowley y Aziraphale pueden ver y sentir. El mundo es ese lugar en el que puedes dar un paseo con tu persona especial, comprar un helado y caminar hasta un banco donde sentarte para sentir el afecto de la otra persona; dormir y despertarse junto a la persona que amas, darle un beso en la frente y abrazarla sintiendo el calor de esa persona. El mundo es ese lugar en el que después de un día duro llegas a tu casa y te reciben tus animales que jamás te juzgarán y te transmiten un cariño incondicional. Pero el mundo es ese lugar en el que puedes hacer feliz a tus hermanos con el simple hecho de jugar un rato con ellos a un juego de mesa; ver a tus amigos y quedar con ellos para ver una película, jugar a un juego o recordar momentos divertidos del pasado mientras te comes una hamburguesa del Mac Donalds.
Esto no es una crítica al uso, sino una exposición de mis sensaciones y lo que puede llegar a transmitir esta serie, además de por supuesto querer publicarlo en un día como hoy en el que se unen el aniversario de mi cantina y el día de San Valentín. Sin mucho más que añadir, os recomiendo encarecidamente verla, es cortita, son 6 capítulos en los que disfrutareis de un elenco conformado por actores británicos de renombre, cameos sensacionales y una banda sonora encabezada por Queen. Sin duda, no podemos pedir más, así que brindo por ese lugar tan increíble que nos mantiene aquí, que nos enseña como debemos cuidarlo y disfrutar con las personas que amamos, brindo "To the world" 🍻💜
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