Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

    No creo que exista alguien que dude cuando le preguntas por su conocimiento de Spiderman. Es el héroe por antonomasia, el personaje de Marvel más popular de todos los tiempos. Todos conocemos la leyenda de Peter Parker, el chico de Brooklyn que se convertirá en leyenda y con el que alguna vez nos hemos sentido sumamente identificados. La magia del personaje se encuentra en su cercanía, es nuestro amigo y vecino Spiderman, un héroe callejero, un estudiante, un reportero, un humano. Todo ello y sus valores es lo que nos atraen de él, por eso nos encanta y nos fascina poder ver sus películas, leer sus cómics y jugar sus videojuegos. Pero en esta ocasión me apetece hablar del Spiderman de las nuevas generaciones, Miles Morales y su película de animación, que ha entrado fuerte en el terreno audiovisual y que estará por aquí durante mucho mucho tiempo.



    "Spiderman: Un nuevo universo" llegó como una película de animación ciertamente tapada en los planes de Sony para potenciar la sección superheroica en la gran pantalla. Mientras el universo de Sony sigue creciendo con películas como Venom y su secuela, o la futura Morbius, el vampiro viviente, la cinta animada dirigida por Peter Ramsey, Rodney Rothman y Bob Persichetti parecía un proyecto de corte invernal con pretensiones meramente económicas. La taquilla de diciembre iba a estar reñida y Sony Pictures quería meter ahí una película de animación para niños con un personaje conocido que pudiera llenar fácilmente la cartera del estudio. Sin embargo, lo que al principio parecía ser una entrega que pasaría sin mas por el imaginario popular, se ha acabado convirtiendo en la que para mí es la mejor película de Spiderman de todos los tiempos y una de las mejores películas de superhéroes de la historia del cine. Es prácticamente imposible para mi borrarla de mi cabeza, es comprender al máximo un personaje y todo lo que implica y conlleva, todo ello llevado con una naturalidad asombrosa y un mimo y un cariño jamás antes visto. Eso es "Spiderman: Un nuevo universo".

    Miles Morales ha arrasado en nuestros corazones, ha calado en nosotros como nunca lo había conseguido otro personaje antes. La creación arácnida de Brian Michael Bendis para la colección Ultimate ya brilló en las viñetas de Marvel en su día y tenía todas las de ganar con una película de animación que mezclaba la historia de orígenes de Miles Morales con ciertas reminiscencias del Spider-Verse de Dan Slott. La humanidad que impregna cada maldita línea de guión va del protagonista a los secundarios e incluso al mismísimo villano Kingpin. Es el motor principal de cada movimiento, cada paso que se da en la película. Y para mí es casi imposible no emocionarme impregnando mi rostro de lágrimas cuando veo esta auténtica oda al Hombre Araña. Esta película de animación es una carta de amor a todos lo que hemos crecido a su lado y hemos aprendido que cualquiera de una forma u otra puede llegar a ser un héroe sin necesidad de ponerse una máscara para demostrarlo. Nunca la lección fue tan sencilla de asumir como aquí pero nunca esta de más recordar que un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

    En la película están presentes todas las señas de identidad que han hecho grandes las hazañas del Hombre Araña. En ella está todo el sentido del humor que le ha caracterizado, la tragedia que ha marcado su existencia y sus orígenes en cualquiera de sus versiones dentro del multiverso, y por supuesto la espectacularidad de una acción que escapa del papel para traducirse en unas secciones espectaculares ambientadas en una ciudad de Nueva York de la que no querremos salir jamás. Si todos estos ingredientes funcionan tan bien es por su narrativa, que es capaz de combinar la comedia más divertida con una implicación emocional con los personajes a flor de piel. Es precisamente este vínculo con los protagonistas lo que hace grande a "Spiderman: Un nuevo universo", permitiéndola capturar la atención de audiencias de todas las edades gracias a un inteligente uso de las dimensiones y los personajes.


     
En el apartado técnico, "Spiderman: Un nuevo universo" es una proeza de la animación que debería ser referente para próximos títulos del mismo calibre. La combinación de los diseños de los personajes en 2D con el motor gráfico en 3D, sumado a los golpes de sonido, a los recursos propiamente comiqueros pues es casi como ver una serie de viñetas de cómic en acción que da un estilo tan único y especial que la convierte en espectacular. Por supuesto la música seleccionada con temas de rap y pop con artistas como Post Malone que dotan de un aura al personaje muy especial, es complicado desligar a Spiderman de Sunflower, es una canción alegre que se identifica muy bien con la naturaleza del personaje. Por supuesto también el virtuosismo de la acción y la paleta de colores que desprende un aroma a cómic que no puedes olvidar. Todo esto convierte a "Spiderman: Un nuevo universo" en la maravilla que es. Es la oportunidad de volver a identificarse como el niño que fuimos y que soñaba con ser el trepamuros. Lo único que debemos hacer es dejarnos llevar por el soñador Miles Morales, el cínico y amargado Peter B. Parker, de la trepidante Spider-Gwen, de la inocencia de Peni Parker, de la intensidad y oscuridad de Spiderman Noir y del cómico y no por ello menos importante Spider-Ham. Solo con ellos seremos héroes, solo con ellos volveremos a ser niños, solo con ellos volveremos a ser felices sin importarnos nada.

    Sin mucho más que añadir espero que os haya gustado y que si no la habéis visto os haya entrado el gusanillo de verla, es increíble, jamás me cansaré de recomendarla. Ojalá y la secuela mantenga el nivel, ya no solo en los apartados técnicos y narrativos sino de corazón.

@pedroskyrim7




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