Hablemos de Batman: Arkham Asylum.

     El 25 de agosto de 2009 salía al mercado uno de los títulos más importantes no solo para mi, pues el cariño que le tengo es incondicional, sino también para el mundo de los superheroes y para el medio del videojuego, que parecía que al fin conseguía representar al hombre de la ciudad de la noche de la manera más fiel y representativa posible. El encargado de ello fue el estudio británico Rocksteady, que de la mano de Warner Bros Games iniciaban una saga que marcaría un estilo de juego, la forma en la que se construye el mundo y por supuesto la manera en la que se cuenta una historia con la complejidad como no, del Caballero Oscuro y su rico y complejo universo.


    

    En este post en concreto me gustaría enfocarme en el que lo inicio todo, Batman Arkham Asylum. Que más se puede pedir, un videojuego con valores de producción Triple A, un gameplay aunque en cierto modo tosco, muy entretenido y con mucho futuro a desarrollar, el cruzado de la capa como protagonista y el elemento esencial que supone el broche de oro y le otorga todo el encanto posible como es Arkham Asylum como ambientación de la mano de la adaptación de la novela gráfica con el mismo nombre de los autores Grant Morrison y Dave McKean. Probablemente me cueste ser objetivo porque todo el que me conozca comprende lo que adoro a este personaje pero intentaré serlo todo lo que pueda.

    La declaración de intenciones es directa, nada más empezar la cámara enfoca el Batmovil, con Batman al volante y Joker de camino al psiquiátrico en el que se "intentará" que esté durante una temporada. Nada más llegar comienzan a presentarnos villanos, personajes secundarios llenos de carisma y momentos que se quedaran fijados en nuestra retina para el fin de los días, y en menos de 15 minutos ya estamos controlando a nuestro protagonista dispuesto a investigar y lograr acabar con los terribles planes de su contraparte vestida de payaso, que se encarga de liberar a todos los presos Arkham que como no, están deseosos de arreglar sus cuentas pendientes con el murciélago. Es verdaderamente apasionante ver la representación del Psiquiátrico Arkham respecto a como es en el material original, es un lugar sucio, oscuro, terrorífico y espeluznante, un descenso a la locura en el que se desgranaran algunos de los secretos más oscuros de este lugar tan simbólico y especial para la mitología del murciélago. Algo que se rescata para la ambientación es el expresionismo pictórico de la obra original al más puro estilo de una fotografía, el diseño y modelado de personajes se presta a ello e incluso la idea psicoanalítica de Freud aquí aparece también con ese espeluznante y demoníaco aspecto del Joker, llegando a romper la cuarta pared en varias ocasiones con el personaje del Espantapájaros quien se dirige directamente a nosotros llegando a simular la rotura de nuestra consola al más puro estilo Psicomantis de Metal Gear Solid. El tema principal del mismo es la perdida de cordura, en la novela gráfica aunque la historia está dividida en dos partes, aquí ambas aparecen de cierto modo aunque no con el detenimiento y mimo de la novela original que no tiene tapujos en presentarse como una historia políticamente incorrecta en la simbología e imágenes que presenta, que obviamente está bastante lejos de la trama escrita para el juego, pero en la que encontraremos muchos elementos en común además de numerosos guiños.



    Volviendo al juego, realmente me fascina como es representada la relación de Batman y Joker, ambos son marcos de las contradicciones de los dos personajes que incluso pueden sorprendernos por sus constantes similitudes; el orden contra el caos sabiendo que Batman moldea la ley a su gusto para continuar su cruzada contra el crimen, la locura contra la cordura aún sabiendo que Bruce Wayne mantiene comportamientos violentos contrarios a lo que entendemos por bienestar mental, o incluso amor y pasión contra la crueldad y el odio cuando un personaje como Joker es capaz de despertar emociones profundamente románticas en su amante Harley Quinn. Me encanta que se refleje esto en el juego como si de una experiencia onírica se tratase, transportándonos a la oscura mente de Batman que lucha en ese infierno por no caer en la locura.

    Todo ello acompañado de un apartado sonoro impecable que respecto al doblaje tanto original como el castellano no puedo objetar nada ya que las míticas figuras de Kevin Conroy y Mark Hamill como Batman y Joker respectivamente nos regalan una dupla inolvidable, sin menospreciar el fantástico trabajo se Claudio Serrano en ese doblaje castellano que tan significativo y especial es para todos sus oyentes. Incluso la banda sonora nos recuerda a piezas de la trilogía cinematográfica de Nolan con temas envueltos en épica que saben transmitir concretamente la sensación correspondiente a cada momento de combate, sigilo o investigación. Si tuviese que acabar con algo negativo podría enumerar sus constantes y clónicos enemigos, su poca rejugabilidad y sus escenarios presumiblemente cerrados sumados a su carencia de contenido secundario más allá de sus clásicos coleccionables de Ridler. Me duele comentar estas cosas pero tampoco quiero extenderme mucho más por que verdaderamente si os interesa el Caballero Oscuro recomiendo con todo mi ser que lo probéis si es que no lo habéis hecho ya, además de que por supuesto si os gusta os animéis a leer la novela gráfica antecesora en la que veréis una capa de Batman no muchas veces vista, además de la historia de Amadeus Arkham y la fundación del Psiquiátrico. Sin mucho más, os deseo buen día, espero que os haya gustado y nos vemos el próximo día! 





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