Reflexiones acerca de Red Dead Redemption (Spoilers).
Aún recuerdo esas navidades de 2011, navidades en las que solo tenía un único pensamiento, necesitaba jugar a The Elder Scrolls V: Skyrim. Literalmente no pensaba en otra cosa, y sabía que aquel día en casa de mi abuela lo podría llegar a tener, fue de las pocas cosas que pedí para ese año, estaba sumamente apasionado por la fantasía medieval y pensar que podría perderme por un mundo de fantasía a esa escala, para mi superaba cualquier expectativa de cualquier videojuego de ese momento, más allá de lo que podría significar cualquier Assassin´s Creed para mi.
Pues en esa desesperante espera para saber si podría o no disfrutar de aquel juego que pensaba que me fascinaría tanto, me fui al cuarto de mi tío que por aquel entonces jugaba en su PS3 y curiosamente me encontré con una carátula que extrañamente me resultaba familiar pero que nunca había visto. Le pedí permiso a mi tío y automáticamente volví a la habitación, cogí esa carátula que presentaba a un personaje sobre un fondo rojo cereza con estrellas, para mi desconocido, pero que me recordaba a los juguetes de indios y vaqueros con los que jugaba mi padre. Solo tuve que poner el disco y esperar a que cargase el mapa para encontrarme ante un paisaje árido, desértico, y esperar un poco para que un personaje de la inteligencia artificial me llamase "pinche cabrón"; por intuición y el mapeado sabía que me encontraba en México y mirando el mapa supe que el mundo se expandía a lo que parecía una pequeña extensión de Estados Unidos. No pude jugar demasiado, pero sí que me encontraba en un momento en el que adoraba de sobremanera la Historia y la posibilidad de explorar una ambientación de este calibre me absorbió de una manera que ni siquiera yo podría imaginar.
Tras jugar escaso tiempo aún no comprendo si el espíritu del mismísimo salvaje oeste se apoderó de mi alma, pero sabía que ya no me importaba lo más mínimo Skyrim, solo quería jugar a Red Dead Redemption. No pude volver a tocar el juego hasta que mi padre siendo también amante de los videojuegos y concretamente de los western se trajo el título a casa, imaginad mi reacción...
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John Marston |
Cuando me dispuse a jugar me encontré con una historia familiar, una narrativa que jugaba con la necesidad de un personaje de recuperar y reencontrarse con su familia, todo ello bañado con un barniz de misterio e incógnitas acerca de quien es realmente John Marston, constantemente nos dan pinceladas de una historia pasada que involucraba a los personajes aquí presentes, pero lo único que podemos sacar en claro de ello es que John alguna vez fue un bandido pero tuvo que alejarse de esa vida y constantemente se arrepiente del camino que escogió. John es un personaje frió, pero lo suficientemente cálido para que te encariñes con él, es decir, como podrías odiar a un personaje especialista en el pastoreo de vacas y amante de los caballos. Acompaña numerosos momentos que nos recuerdan a algunas escenas clásicas de Clint Eastwood o Gary Cooper en "Solo ante el peligro" que nos hacen vibrar, sumado a la épica de algunas secciones que nos harán desear volver a empezar el título.
Nuestro protagonista no está para nada contento con su rol, pero el título nos hace pensar que esa es su redención, la de buscar a esos antiguos compañeros de maldades con los que John estuvo alguna vez en su vida. Pero si pensamos acerca de ello es complicado y parece estar cogido por pinzas esta redención, es decir, alguna vez habéis pensado que es posible una redención obligada por la policía, no se, suena demasiado estricto y tonto pero lo cierto es que viendo la realidad narrativa del videojuego del momento era esperable, aunque pareciese un intento de la gran R de un historia mucho más seria a lo que nos tenía acostumbrados; aunque encontrando similitudes en los estereotípicos y exagerados de algunos personajes secundarios de la historia, podría hablar de Seth, el asaltatumbas que abandona a su familia en busca se su tesoro abandonando por completo su apariencia física y cuidado personal (se me permite comparación con Gollum), Nigel West Dickens, estafador, mentiroso, tímido pero arriesgado pues haría lo que fuese por dinero, o incluso los objetivos de John en el juego; Bill, bruto, borracho y violento; Javier Escuella, mexicano revolucionario que te insultaría con su jerga personal por sentarte en el mismísimo suelo. Como vemos, una recopilación de personajes que bien podrían haber salido de una comedia sarcástica de Billy Crystal pero que aquí aportan una estética sucia y desaliñada al título que se compagina lo suficientemente bien con la ambientación del mismo. No podría olvidar tampoco la participación de José González y su música, con ese "Far Away" que suena justo cuando llegamos a México en plena revolución y que con ese "Tan Lejos" nos recuerda el largo camino de John por recuperar a su familia.
A lo que quiero llegar es que es un juego que puede no llegar a tomarse en serio si nos fijamos únicamente en sus personajes, situaciones y mundo en contraposición a una ambientación increíble de un oeste norteamericano muy cerrado, en la que el auge de la industrialización no termina de cuajar y así nos lo demuestran los secundarios y la población en general, pues recordemos que el juego está ambientando en 1911. La historia de John en ese marco cronológico creemos que finaliza en el momento en el que vuelve con su familia a recuperar su vida en el rancho pero lo cierto es que el juego continua y cuando este tipo de situaciones ocurren, la tradicionalidad narrativa del guionista del videojuego tiende a culminar con un amargo final pero que sin duda recordaremos por su contundencia; y es aquí donde esta la tónica del juego y la justificación de su narrativa, en el momento en el que John entrega su vida para salvar a su familia ante la traición de los detectives de policía que colaboraron con John. Es un momento clave puesto que el propio juego engaña al jugador con la falsa promesa de que con una de las mecánicas del juego, el "Dead Eye" con la que ralentizamos el tiempo y más fácilmente acabamos con nuestros enemigos podremos sin ningún tipo de esfuerzo acabar con todos los policías que allí se encuentran para terminar con uno de los últimos resquicios del salvaje oeste; pero más allá de este engaño, al cabo de unos segundos nuestro protagonista acaba con el pecho y la cara perforados sin la capacidad de ejercer el habla por las heridas de balas. Es ahí donde está la justificación del subtítulo de la entrega, que por si sola nos puede parecer demasiado pobre sin entender el background completo del lore de esta saga; es el momento en el que entraría en juego su secuela, Red Dead Redemption II y como viene a revolucionarlo todo, pero me detendré ahí en el siguiente post.
Red Dead Redemption (1) sin ningún tipo de duda es uno de mis juegos favoritos, el marco histórico en el que se desarrolla, sus personajes tanto principales, secundarios como aquellos que toman los roles de villanos, su jugabilidad limitada y simplificada pero adictiva y su exploración forman un conjunto inolvidable que para aquellos que lo jugaron en pleno 2010 les sorprendió y marcó tanto como a mi, aunque en mi caso lo jugase casi dos añitos más tarde. Pero esto no es una reseña al uso y no pretendo que lo interpretéis como tal, es una simple redacción de lo que para mi supone y un análisis de aspectos muy concretos desde un punto de vista personal. Así que muchas gracias sí has leído hasta este punto y recuerda "La venganza es un juego para idiotas".
Vídeos:
1º https://youtu.be/7IkvAb6THQY
Pedro Antonio González Orellana; @pedroskyrim7.
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